Salir a trotar es a menudo el ejercicio que más común se realiza cuando el espejo comienza a delatar nuestra inconformidad con nuestro peso corporal. A pesar de que Chile es un país mayoritariamente sedentario, el running viene a plantear una verdadera paradoja. Ya sea por seguir tendencias, modas o no quedarse fuera de un círculo social, el running es una actividad que se ha mostrado visible y bastante más masiva que lo que se piensa. Sin embargo, ¿cómo se comienza a hacer running? ¿Basta con armarse de valor, ponerse las zapatillas y salir a conquistar la ciudad?
Lo que más se recomienda en un principio es no lanzarse a trotar distancias largas. Es recomendable hacer intervalos de trote y caminata rápida durante las primeras semanas. De esta forma, se comenzará a adaptar la capacidad aeróbica y ya verás como cada vez más podrás durar un poco más de tiempo en tus carreras. Para esto también es fundamental ponerse metas razonables y, en torno a ellas, ir evolucionando cada vez. Las primeras veces puedes trotar en intervalos de tiempo, intentando aguantar el máximo tiempo que puedas antes de agotarte. La idea es que el cuerpo comience a tomar conciencia del ejercicio sin forzarlo demasiado para evitar calambres o lesiones. Hacer estiramientos antes y después te ayudará a prevenir cualquier molestia muscular.
Finalmente, el camino hacia convertirse en un runner de tomo y lomo es tan esforzado como el de cualquier otro deporte. Sólo se necesitan ganas y mucha disciplina para lograrlo. Nunca está demás recordar todos los beneficios que el deporte trae y que gracias al running, se comienza a imponer contra el sedentarismo.