Los dolores o molestias cervicales casi siempre están relacionados con el estrés, la depresión o la sobrecarga de trabajo. Sin embargo, otros problemas como utilizar una almohada poco adecuada para el descanso o una fuerza mal empleada también pueden contribuir a que existan dolores en la zona del cuello, siendo muchas veces de carácter crónico. Así mismo, quienes puedan sufrir de jaquecas también podrían sufrir de dolores cervicales a menudo. Otros problemas en la columna vertebral como escoliosis, artritis reumatoide, espondilitis u osteoporosis también pueden tener efecto en la musculatura cervical.
¿Cómo aliviar este tipo de dolores? Lo que se debe tener en cuenta al momento de buscar un alivio a este tipo de dolores, es su carácter crónico. Por lo tanto, cualquier método que calme el dolor servirá sólo de manera temporal. Es así como analgésicos (paracetamol), antiinflamatorios no esteroides (ibuprofeno o diclofenaco sódico), así como otros relajantes musculares pueden servir de alivios complementarios a otros métodos de relajación que se aproximen a lo psíquico, como la meditación u otras técnicas. Así mismo, masajes descontracturantes también pueden ayudar a distender la musculatura cervical para generar un alivio prolongado. Lo importante es conocer el origen de estos dolores y molestias para saber qué método puede ser más eficaz y así aprender a convivir sin conflictos con ellos.