La preocupación por dejar el sedentarismo está en aumento. Ya sea por moda o por una nueva conciencia colectiva, el realizar actividad física está teniendo mayor importancia en la calidad de vida de los chilenos. Es entonces como disciplinas como el running, el crossfit o el TRX han logrado cada vez más reunir adeptos. Sin embargo, otras prácticas comienzan a resucitarse y a imponerse desde una mirada más fitness. Ese es el caso del boxeo.
El boxeo no es sólo un deporte de contacto y que ayuda a la defensa personal, sino también una actividad que se destaca por su alta exigencia física, en la que la fuerza, la precisión y la coordinación juegan un rol fundamental. La intensidad de sus entrenamientos no sólo fortalecen el cuerpo, sino que ayudan a una muy buena quema de calorías por sesión, quemando alrededor de 300 a 600 calorías. Aunque se crea lo contrario, el boxeo no sólo se ha expandido entre los hombres, sino también son cada vez más las mujeres las que se aventuran en practicarlo.
Aunque ya son de gran popularidad el Aerobox, el Kickboxing, entre otras variantes, el boxeo en su ámbito más puro ha vuelto a generar inquietud. En Santiago hay varios lugares donde practicarlo, destacándose el Club México, Vitalis, White Collar Boxing Club y el recientemente inaugurado Club Ringo.