De la misma manera en que los productores de alimentos se han hecho cargo de la intolerancia a la lactosa, los celíacos o intolerantes al gluten están librando la misma batalla contra la industria alimentaria. Y es que no se trata de una moda, sino de una condición con la que antes no había cómo lidiar y que hoy por hoy está siendo mucho más expuesta. Se trata de una condición crónica que tiene las mismas características de una enfermedad autoinmune que provoca lesiones severas en el intestino delgado, impidiendo la absorción de los nutrientes de los alimentos y derivando en enfermedades relacionadas como anemia, osteoporosis, cirrosis biliar, entre muchísimas otras. Es por esto que el consumo de gluten ha experimentado un rechazo por parte de la población, aunque no está comprobado científicamente que esta proteína contribuya a una mayor acumulación de grasa. Simplemente se trata de una sustancia que contienen alimentos con trigo, avena, centeno y cebada.
Si bien no existe un tratamiento farmacológico, sí se debe optar por una dieta libre de gluten para que las vellosidades intestinales recuperen sus funciones y el organismo pueda volver a retomar sus funciones digestivas. Es muy importante fijarse en las etiquetas de los alimentos para detectar la presencia de gluten en su contenido y así ir incorporando cada vez más opciones para una alimentación que no perjudique a la persona afectada. En Chile, la Fundación Convivir se dedica a proteger la intolerancia al gluten, dando la información necesaria que los celíacos necesitan. En su página web puedes conocer una lista actualizada de todos los alimentos y medicamentos que hay en el mercado nacional para el consumo seguro de los celíacos.
